El término depresión es utilizado por muchas personas para hacer referencia a cualquier estado de tristeza o ánimo bajo (“estoy depre“), pero la depresión es algo más. La tristeza, la desesperación, el desánimo… son emociones que todas las personas pueden sentir en algún momento a lo largo de su vida. Pero que te sientas triste, abatido o desesperado, no significa obligatoriamente que estés sufriendo una depresión.
La tristeza es el síntoma por excelencia de la depresión. Prácticamente está presente en todos los deprimidos. Es la queja principal de la mayoría de esos pacientes. Pero, aunque los sentimientos de tristeza, infelicidad y abatimiento son los más habituales, en ocasiones predominan otros como el nerviosismo, la irritabilidad o la sensación de vacío. En los casos más graves, la persona puede llegar a sentirse incapaz de tener ningún sentimiento y afirmar que le resulta prácticamente imposible llorar.
A veces, la depresión avanza tan sigilosamente que no te das cuenta así que, el cuerpo habla y aparecen síntomas físicos (dolores, insomnio…), primeros signos de que algo está pasando.
Si padeces depresión:
- Esos sentimientos (tristeza, desesperación…) son continuos (generalmente en un período superior a dos semanas)
- Te causan un importante malestar en una o varias áreas de tu vida.
- Sientes gran dificultad o incluso te sientes incapaz de levantarte de la cama.
- Tienes que hacer grandes esfuerzos para acudir a tu trabajo.
- Cualquier tarea cotidiana te supone un gran esfuerzo.
- No tienes ningún interés en mantener contacto social…
Aunque cualquier persona puede padecer depresión en algún momento, tienes más predisposición si estás en alguno de estos casos:
- Has perdido el trabajo o no lo encuentras.
- Has vivido un suceso estresante.
- Vives con estrés crónico.
- Tienes una historia de infancia difícil.
- Tienes familiares que han sufrido depresión.
- Estás atravesando un momento de cambios hormonales.
- Vives con dolor crónico.
- Tienes alguna otra enfermedad.
- Has sufrido algún episodio anterior de depresión.
- Has tenido que emigrar de tu país.
Algunos de los síntomas depresivos
En tu estado de ánimo
- Tristeza, abatimiento, pesadumbre, infelicidad
- Irritabilidad
- Nerviosismo
- Sensación de vacío
- Ahedonia (disminución de la capacidad de disfrutar)
- Enlentecimiento de los movimientos, el habla, los gestos
En tu mente
- Disminución de la capacidad de concentración
- Dificultad para mantener la atención
- Problemas de memoria
- Lo que piensas: valoración negativa de ti mismo, tu entorno y tu vida
- Culpa
- Disminución de la autoestima
En tu cuerpo
- Cansancio, fatiga
- Poca energía
- Alteraciones del sueño (mucho o poco)
- Alteraciones en el apetito
- Variaciones del peso corporal
- Disminución del deseo sexual
- Dolores sin explicación
- Molestias difusas: dolores de cabeza, dolores de espalda, náuseas, vómitos, estreñimiento, visión borrosa…
En tus relaciones
- Deterioro de las relaciones con los demás
- Disminución del interés por la gente
- Rechazo de los otros que provoca mayor aislamiento
La depresión es un trastorno frecuente y puede llegar a ser muy grave, sin embargo, su respuesta al tratamiento es buena.
La psicoterapia se considera una de las medidas a utilizar en el tratamiento de la depresión, no en vano, muchos estudios científicos han demostrado su eficacia.
La psicoterapia te ayuda además a entender los problemas que han favorecido de forma decisiva la aparición de la depresión.
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