Una crisis o ataque de pánico es la aparición brusca de intenso miedo acompañado de una o más sensaciones internas como por ejemplo: taquicardia, sudor, palpitaciones, temblores, opresión en el pecho, molestias abdominales, sensación de que se percibe el mundo de forma extraña….
Estas crisis vienen acompañadas de una fuerte sensación de peligro o muerte inminente y de una necesidad urgente de escapar.
El ataque de pánico es una respuesta de alarma ante el peligro. Si tu cerebro percibe un peligro, da igual si es real o si es imaginario, salta todo el sistema de alerta y se producen cambios en tu cuerpo para que te enfrentes a la situación y salgas con éxito.
Cuando la amenaza no es real, esas alteraciones en tu organismo pasan a ser la verdadera amenaza. Es lo que se conoce como el círculo vicioso del pánico.
Lo que puedes sentir en un ataque de pánico y su posible explicación:
- Mareo
- “¿Me voy a desmayar?”
- Es el efecto de la hiperventilación que suele acompañar a los estados de ansiedad
- Taquicardia
- “¿Me está dando un infarto?”
- Cuando tu cuerpo interpreta que te encuentras en peligro el corazón bombea más fuerte y más rápido para enviar sangre a las zonas implicadas.
- Hormigueo en las extremidades
- “¿Estoy sufriendo un ataque cerebral?” ” ¿una parálisis?”
- La sangre se concentra donde puede ser más necesaria disminuyendo el riego de las zonas periféricas.
- Ahogo, falta de aire
- “¿Me estoy ahogando?”
- Aumento de los niveles de oxígeno en la sangre por la hiperventilación.
- Dolor en el pecho, pinchazos, dolor en el brazo izquierdo
- “¿Estoy sufriendo un infarto?”
- Puede ser el resultado de un patrón anómalo de respiración, tensión muscular por la hiperventilación.
- Sudor, calor, sofoco
- “¿Estoy enfermo?”
- Aumento de la temperatura en las zonas más vitales. Se pone en funcionamiento el sistema de enfriamiento del cuerpo, es decir, aparece el sudor.
- Boca seca, náuseas, molestias estomacales
- “¿Estoy enfermo?”
- Efectos normales de la ansiedad en el sistema digestivo.
- Percibir las cosas de forma extraña, ver “lucecitas”…
- “¿Me estoy volviendo loco?” “¿Esto es un ataque cerebral?”
- Consecuencias de la hiperventilación.
- Temblores, pinchazos, calambres
- “¿Estoy enfermo?” “¿Me está dando un infarto?”
- Tensión muscular excesiva.
- Dificultad para pensar con claridad
- “¿Estoy perdiendo el control?”
- Cuando la emoción es muy intensa se produce el llamado “secuestro emocional”. El cuerpo trabaja para salvarse y esto provoca una dificultad transitoria para pensar como lo haces habitualmente.
Peligros reales y falsas alarmas
La reacción de alarma es un mecanismo reflejo que se pone en marcha ante un peligro. Si el peligro es real, te salva la vida. Pero si el peligro no es real, se produce una falsa alarma. Esas falsas alarmas se producen porque evalúas como amenazantes sensaciones internas que no son peligrosas. Son sensaciones que cualquiera puede sentir,en mayor o menor grado, en situaciones de nerviosismo.
Los ataques de ansiedad no suponen ningún peligro para tu vida. No te pueden ocasionar daños físicos ni mentales y no pueden hacer que pierdas el control (uno de los miedos más habituales).
Ante un peligro real, si tu cuerpo responde con pánico te ayudará a ponerte a salvo.
Artículo muy claro! Lo importante es tener la claridad para diferencia la amenaza real, de la que no lo es, y cuestionar las razones por las que nuestro organismo, actúa así.