Cuando quieres ayudar a alguien que está sufriendo la pérdida de una persona significativa en su vida, suelen entrar las dudas de qué hacer o qué decir. Si eres de los que están dispuestos a colaborar acompañando en el duelo, pero no sabes muy bien cómo, aquí tienes una pequeña guía que te puede ayudar.
Qué NO decir:
- “Lo estás haciendo muy bien”. La persona puede tener altibajos emocionales. Con este tipo de afirmaciones puede sentir que te defrauda si eso ocurre. Evita presionarle.
- “Llámame si me necesitas” Con esta frase el mensaje que recibe es que quieres poner distancia, que en realidad quieres estar al margen.
- “Lo que tienes que hacer es…” No refuerces su sensación de incapacidad con afirmaciones de este tipo. Además, puede que tu consejo no sea el más acertado en este momento.
- “El tiempo siempre lo cura todo” Por una parte, hay heridas muy difíciles de curar totalmente y por otra, el duelo es un proceso activo. Esta frase invita a la pasividad.
- “Sé cómo te sientes” Todos somos distintos y cada uno vivimos el dolor de forma única. Respeta esa individualidad.
- Frases hechas del tipo: “Tienes que olvidar”, “Así dejó de sufrir”, “Sé fuerte por los niños”. Con este tipo de mensajes trasmites poco interés por entender verdaderamente el sufrimiento de esa persona.
- “Mantente ocupado todo el tiempo y regala cuanto antes los objetos de (fallecido)” Se necesita tiempo. Cada persona tiene un ritmo que se debe respetar.
- Evita hablar sin parar en un intento de animar. Hay que saber acompañar soportando los silencios.
Qué puedes decir/hacer:
- “¿Cómo estás hoy?” “He pensado en ti”
- Escucha la mayor parte del tiempo y habla poco. Mantén una escucha de calidad.
- Ayudar con tareas concretas de la vida cotidiana (comida, lavado/planchado de ropa, trámites en bancos, papeleo…) pero respetando y cuidando su intimidad.
- Prepárate para los momentos difíciles que surgirán en los meses siguientes.
- Acompaña, estate ahí
- Puedes hablar de tus propias pérdidas y de tu adaptación en esas situaciones, sabiendo que cada persona vive el proceso de diferente manera.
- Utiliza el contacto físico adecuado, mano en el hombro, un abrazo cuando sea necesario…
- Ten paciencia y facilita que comparta contigo sus recuerdos de su vida con el fallecido.
- Ayuda a que se despida del ser querido (acudir al tanatorio, al entierro…) para facilitar que acepte la realidad
- No temas nombrar al fallecido, lo importante es tu apoyo y tu afecto.
- Haz visitas o llamadas de teléfono con cierta frecuencia. Recuerda que tú tienes que tomar la iniciativa.
- Mantén el contacto a largo plazo. No es un proceso corto y te necesitará durante el mismo.
- Si observas reacciones anómalas del duelo, sugiere que busque ayuda consultando con un psicólogo.
- Preocúpate de que se cuide, anímale a practicar deporte, acudir al médico cuando sea necesario, mantener buenos hábitos de alimentación y sueño…
- Recuerda que las fiestas suelen ser dolorosas por la ausencia del ser querido. Trata de que se sienta apoyado por la familia y grupo de amigos.
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