La crianza en positivo consiste en educar siempre desde el respeto y el amor incondicional. Educar con amor y firmeza al mismo tiempo. Establecer un vínculo afectivo adecuado con tus hijos es fundamental para garantizar sus relaciones futuras de confianza.
“El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material”. Declaración de los Derechos del Niño.
Cómo criar en positivo
- Conoce a tus hijos ¿Cómo se sienten? ¿Qué piensan?
- Aporta estabilidad y seguridad. Establece con ellos un clima de confianza.
- Soluciona los problemas que surjan sin castigos físicos o emocionales.
El buen trato a tus hijos incluye no recurrir a gritos, insultos, amenazas, azotes, cachetes, humillaciones… que, por otra parte, son ineficaces para su educación. Con esas actitudes lo que puedes originar es que se sientan tristes, temerosos, culpables y que su estima sea realmente baja.
Tendrás que llenarte de paciencia, dedicación y esfuerzo. No es tarea fácil optar por una educación en positivo, pero es posible y deseable.
Conoce a tus hijos
Están en continuo crecimiento y cambio. Debes esforzarte en conocer qué puedes esperar en cada etapa, cuáles son sus necesidades y cómo responder de la mejor manera.
Cuida el vínculo. Seguridad y confianza
Para crear un vínculo adecuado tienes que expresar abiertamente tus afectos y hacerles sentir que los amas y los aceptas con sus virtudes y sus defectos.
Favorece la creación de momentos de cercanía en los que escuchar activamente, abrazar…
El vínculo se forma con las personas que se hacen cargo del cuidado y protección sean sus padres biológicos o no lo sean.
No es algo estático, cuida el vínculo a lo largo de la vida.
Los vínculos afectivos en las etapas tempranas son esenciales para el equilibrio emocional de la persona. La imagen que vamos construyendo de nosotros mismos es el reflejo de lo que nos devuelven nuestros seres más queridos y condiciona nuestra autoestima, la forma de afrontar los problemas y cómo nos relacionamos con los demás.
Eres el espejo de tus hijos, van formando su autoconcepto con lo que les devuelves sobre ellos. Cuida qué mensaje es el que les estás enviando.
Trabaja por crear un vínculo sano con tus hijos para garantizar relaciones futuras de confianza y para favorecer la confianza en ellos mismos.
¿Cómo crear un vínculo afectivo seguro?
- Observa, mantén una actitud de escucha y atención para conocer qué les pasa y cuáles son sus necesidades.
- Protege del peligro (pero sin exagerar). Permite que se alejen y transmite tranquilidad cuando esto ocurre.
- Expresa abiertamente tu afecto, besos, abrazos, gestos, palabras cariñosas…
- Juega con ellos. Pero no seas siempre directivo en el juego, que ellos te lleven.
- Establece claramente los límites y las normas. Son fundamentales para aprender a convivir.
- Muestra interés por sus cosas, sus intereses, sus preocupaciones. Que sepan que estás disponible si necesitan tu ayuda o tu consejo.
¿Qué hacer ante el conflicto?
Los conflictos generan emociones negativas. Siempre hay que solucionarlos sin violencia.
Si estás muy enfadado con alguien, espera hasta que te tranquilices para sentarte a hablar.
Herramientas de comunicación para solucionar conflictos:
- Escucha activa. Trata de entender el punto de vista del otro aunque esté alejado del tuyo.
- Ponte en su lugar. Pon en juego tu empatía. Que el otro note que tienes un interés verdadero en entender su postura.
- Mantén siempre las formas. Evita gritos, insultos, amenazas… Así evitarás que las posiciones se extremen.
- Negocia. Busca soluciones intermedias. Ceder por ambas partes.
Deja una respuesta