El cáncer se ha convertido en una especie de enfermedad innombrable debido al tremendo impacto psicológico que provoca.
El momento del diagnóstico es una etapa llena de incertidumbres que provocan sufrimiento emocional en la persona que lo padece y en sus familiares y amigos. Supone una auténtica interrupción en su vida cotidiana.
En el año 1979 Holland recoge esas reacciones como las “6 D”
DEATH (muerte): miedo a las consecuencias de la enfermedad
DEPENDENCY (dependencia): depender de la familia y de los médicos
DISFIGUREMENT (deformación): cambios tanto corporales como funcionales
DISABILITY (incapacidad): para conseguir cosas
DISRUPTION (ruptura): principalmente de relaciones sociales
DISCOMFORT (molestias): por la enfermedad y por el tratamiento
Reacciones más habituales ante el diagnóstico de cáncer
Es posible que el paciente se sienta bloqueado, incapaz de tomar decisiones y que la aparición de la angustia y la ansiedad repercutan en su funcionamiento normal. El impacto emocional del diagnóstico puede originar la aparición de:
- Ansiedad: La ansiedad es una reacción normal ante el diagnóstico, pero en algunas personas la respuesta de ansiedad puede ser demasiado fuerte o durar demasiado tiempo y eso interfiere en su calidad de vida porque la ansiedad elevada puede traer consigo sensaciones físicas desagradables (alteración del sueño, náuseas, vómitos…)
- Miedo: temor a la propia enfermedad, a la nueva situación falimiar, a la incógnita del futuro, a lo desconocido, a la muerte…
- Ira, rabia: “¿Por qué a mi?” Esta rabia puede convertirse en enfado con las personas más cercanas. Así que, los familiares y amigos lo tienen que tener en cuenta y no tomárselo como algo personal contra ellos.
- Tristeza intensa: Sentirse triste es normal, tanto para el paciente como para los familiares. Si los síntomas persisten y/o empeoran, hay que acudir a un especialista que evalúe su estado de ánimo.
- Sentirse aislado: Puede que sea el enfermo el que se aleje del mundo o puede que sean los demás los que huyan al escuchar el diagnóstico. En ambos casos se produce un sentimiento de aislamiento.
- Negación: Es un mecanismo de defensa ante el miedo. Negación por parte del paciente o de sus familiares y amigos.
- Sentimiento de culpa: “¿Qué he hecho?” Buscar causas de la enfermedad en uno mismo o incluso, pensar que es un castigo por algo. Sentirse culpable de haber desarrollado la enfermedad dificulta enfrentarse a la situación. El cáncer no es un castigo.
Atención psicológica tras el diagnóstico de cáncer ¿en qué ayuda?
- Ayuda a reducir la ansiedad, depresión y otras reacciones emocionales poco adaptativas
- Facilita la aceptación a la nueva situación y orienta a la persona hacia un estilo de afrontamiento positivo
- Promueve un sentimiento de control sobre tu vida y que participes activamente en el tratamiento
- Ayuda a desarrollar estrategias de resolución de problemas para ocuparse de los relacionados con el cáncer
- Facilita que haya una buena comunicación con la pareja y la familia
- Estimula la participación en actividades para mejorar las relaciones sociales
¿Cómo?
- Manteniendo la angustia dentro de límites manejables
- Facilitando la expresión emocional
- Manteniendo los sentimientos de valía personal
- Ayudando a restablecer o mantener relación con personas significativas
El objetivo de la intervención psicológica es favorecer la adaptación a la enfermedad y aumentar la calidad de vida de la persona diagnosticada a un nivel semejante a la que tenía antes del diagnóstico. Trabajando sobre aspectos psicológicos ( emociones, pensamientos, actitudes…) y sobre conductas saludables que están relacionadas con una mejor adaptación a la enfermedad y a su tratamiento y con un mejor pronóstico.
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